La Separación

La mayor diferencia entre la separación y el divorcio es que, en el caso de la separación, no se rompe el vínculo matrimonial, lo que significa que los separados no pueden volver a casarse. Sin embargo, con esta excepción, los efectos de la separación son casi idénticos a los del divorcio.

1. ¿Qué implica la separación?

La separación puede ser un paso intermedio hacia el divorcio o una solución permanente para aquellas parejas que prefieren no romper el vínculo matrimonial por completo. Al igual que en el divorcio, durante la separación se deben tomar decisiones importantes relacionadas con la vivienda familiar, la liquidación de bienes comunes, y las medidas paterno-filiales en caso de que existan hijos menores, tales como la patria potestad, la guarda y custodia, la pensión de alimentos y el régimen de visitas.

Es fundamental contar con el apoyo de un abogado durante el proceso de separación, ya que, aunque no conlleva la disolución definitiva del matrimonio, sí tiene implicaciones legales y patrimoniales importantes. Además, en muchos casos, la separación puede transformarse en un divorcio, por lo que es esencial establecer correctamente las condiciones desde el principio.

2. Documentación necesaria

Para tramitar la separación legal, se necesita la misma documentación básica que para un divorcio:

• Certificado de matrimonio actualizado.
• Certificados de nacimiento de los hijos menores, si los hay.
• Volante de empadronamiento actualizado.

3. Diferencias con el divorcio

Como hemos mencionado, la separación no disuelve el vínculo matrimonial. Esto significa que, aunque las obligaciones patrimoniales y las responsabilidades respecto a los hijos se regulan de manera muy similar a las del divorcio, los cónyuges separados no son libres para contraer un nuevo matrimonio. Aparte de esta diferencia, ambos procedimientos requieren la intervención de un abogado y, dependiendo de si existe acuerdo entre las partes o no, pueden ser de mutuo acuerdo o contenciosos.